martes, 21 de agosto de 2007

ROSARIO, el pecado de servir a Dios

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El Diario, Editorial Mac,10 de julio


Formato21 jueves 5 de julio
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ROSARIO, EL PECADO DE SERVIR A DIOS
NOVELA QUE SACUDE LAS CONCIENCIAS HIPÓCRITAS

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En una aventura de travesuras y sinceridades, de desilusiones y crudezas, el escritor Ricardo Guerrero nos adentra en los laberintos de su novela prima "Rosario, el pecado de servir a Dios".
Siempre que la palabra Dios aparece en cualquier obra literaria, las conciencias agitan hasta el último rincón del alma, recordándole a nuestra razón que en ningún momento debemos atrevernos a romper las prisiones de nuestra sumisión.
Así es esta inquietante obra, seductora y provocativa. Sacude. Nos muestra los intrincados caminos de la religión católica, con sus diversos rostros, en los que siempre se repite la hipocresía y el fanatismo, que enferman a los creyentes de una ignorancia brutal.
En "Rosario, el pecado de servir a Dios" no hay códigos ni misterios; es una historia transparente, una mujer se hace pasar por hombre y logra realizarse como sacerdote por más de 20 años y donde los espejos en que se observan los monstruos de la religión no dejan espacio para el escondite.
Esta narración atrapa, nos hace pensar, aunque lo neguemos, en las estupideces que sostienen a los templos de la fe. Volvemos a descubrir, groseramente, que las ambiciones del clero se esconden detrás de los crucifijos, para someter sin descanso a las miradas de la razón.
Como dice el escritor Arturo Duque, en la cuarta de forros de esta novela: "Debe leerse lejos de los altares, en la multitudinaria soledad de los incrédulos… hermosa historia, que provocará comezón en el corazón de los fieles".
Ricardo Guerrero estudió Ciencias de la Comunicación en la UNAM. Publicó el libro "Pensario en decoro; además ha colaborado en revistas culturales y es autor de la obra plástica llamada Nocturnas reflexiones y Desencuentros al desnudo, que consta de más de cien trabajos, que han sido expuestos en la Expo-Internacional de Toulouse Francia, L´Art Mexicain a Tolouse, en la Universidad Tecnológica de Nezahualcoyotl y en La Peña del Son.


Este libro lo puede encontrar en Librerias Da Vinci
Matriz:
Av, Adolfo Lopez mateos no. 596 Col. Agua Azul, Cd. Nezahualcóyotl, Méx.Entre Av. Chimalhuacán y 4a. Avenida, a un costado de la clinica del IMSS no.75
Sucursal Chimalhuacán: Av. Chimalhuacán no.302 B Col. Benito Juarez, a dos cuadras de Palacio Municipal.

También en Casa Refugio Citlaltépetl
Citlaltépetl no.25 Col. Hipódromo Condesa, México, D.F.

lunes, 20 de agosto de 2007

Bestiario


La N es para Niños

Bestiario es el abecé de monstruos, engendros y prodigios. Zoología literaria. Se transmite los miércoles a las 21:00 por Ibero 90.9 en F.M.

Aquí lo tengo ya, el tambor. Nuevecito, con sus triángulos pintados en rojo y blanco, pegado a la barriga. Yo, plenamente consciente y con expresión decidida, cruzo los palitos de madera sobre la superficie de hojalata. Llevo un suéter rayado y zapatos de charol. El pelo tieso, como un cepillo ávido de dar lustre; en cada uno de mis ojos azules se refleja una voluntad de poder que se las sabía arreglar sola. Logré entonces una actitud que no tenía motivo alguno en abandonar(…) Resolví y me decidí a no ser político en ningún caso y, mucho menos todavia, negociante de ultramarinos (como mi padre), sino a poner un punto y quedarme tal cual era; y así me quedé, con la misma talla y el mismo equipo durante muchos años.

Gente menuda y gente grande, el pequeño y el gran Belt, el pequeño y el grande ABC, Pipino el Breve y Carlomagno, David y Goliat, Gulliver y los Enanos; yo me planté en mis tres años, en la talla de Gnomo y de Pulgarcito, negándome a crecer más, en verme libre de distinciones como las del pequeño y el gran catecismo, para no verme entregado al llegar a un metro setenta y dos, en calidad de lo que llaman un adulto, a un hombre que a afeitarse ante el espejo se decía mi padre tener que decía mi padre y tener que dedicarme al negocio que, conforme al deseo de Matzerath, le había de abrir a Oscar, al cumplir veintiún años, el mundo de los adultos.

Gunter Grass. El tambor de hojalata
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